Una vivienda colectiva es un inmueble que está destinado a alojar a personas que, por ciertas circunstancias, se encuentran sometidas a una autoridad o viven de manera comunitaria en un régimen no familiar ni de convivencia por motivos de salud, trabajo, religión, estudio, disciplina u otras causas.
Algunos ejemplos de vivienda colectiva son los regimientos, cárceles, hospitales o conventos y otras donde se ofrece un servicio de alojamiento como los hoteles turísticos, pensiones, residencias universitarias o de ancianos, entre otros.
¿Cómo son este tipo de viviendas?
Una vivienda colectiva se caracteriza por estar regulado bajo normas de convivencia ya sean de carácter militar, religioso, administrativo, de castigo, de salud o de trabajo y es esta relación entre los residentes y el uso que se le da al inmueble lo que determina que se trata de este tipo de inmueble, ya que en lo referente a la estructura de estas viviendas no hay nada establecido, por lo que pueden tratarse de conjuntos residenciales, pisos, lofts, edificios, dúplex…
¿Qué ventajas tiene la vivienda colectiva?
Cuando se trata de viviendas colectivas destinadas a ofrecer un servicio de alojamiento, como lo son los hoteles, las pensiones o las residencias, se diferencian algunas ventajas:
- La ubicación de estas viviendas se suele caracterizar por estar en zonas céntricas de la ciudad, lo que ofrecen la posibilidad de un cómodo acceso a comercios y servicios.
- Al ser viviendas pensadas para ser habitadas por un alto número de personas, disponen de zonas comunes y de una gran superficie útil habitable en un espacio de suelo reducido.
- Con el fin de proporcionar facilidades, las viviendas colectivas suelen disponer de servicios básicos caracterizados por su eficiencia económica.