En España existe una normativa eléctrica en viviendas. Su existencia está orientada a determinar la idoneidad de las instalaciones y la seguridad en el uso de elementos eléctricos.
A continuación te detallamos en qué consiste esta normativa y qué requisitos exige que se cumplan para que una instalación eléctrica sea considerada apta.
¿Qué es la normativa de electricidad en vivienda?
La normativa de electricidad en vivienda es aquella en la que se recogen distintos aspectos relevantes para realizar cualquier intervención, con el fin de mantener los niveles de seguridad y calidad.
En España viene determinada por el reglamento electrotécnico para baja tensión (REBT), aprobado a través del Real Decreto 842/2002 de 2 de agosto.
Este Reglamento tiene por objeto establecer las condiciones técnicas y garantías que deben reunir las instalaciones eléctricas conectadas a una fuente de suministro en los límites de baja tensión, con la finalidad de:
- Preservar la seguridad de las personas y los bienes.
- Asegurar el normal funcionamiento de dichas instalaciones y prevenir las perturbaciones en otras instalaciones y servicios.
- Contribuir a la fiabilidad técnica y a la eficiencia económica de las instalaciones.
Principales normativas eléctricas que aplican a viviendas
La normativa de electricidad en vivienda recoge las normas relacionadas con los siguientes elementos eléctricos aplicados a cada vivienda:
- Distribución de corriente alterna, que será de 230V entre las fases. En este sentido es importante saber la potencia que se necesita para cubrir el suministro de todos los elementos de la vivienda.
- Grado de electrificación de una casa, que se define en función de la superficie de la vivienda y la potencia total demandada.
- Trabajos y acometidas con la red pública de distribución eléctrica, que solo podrán ser realizados por el personal autorizado de la compañía suministradora o por profesionales capacitados y autorizados.
Requisitos básicos para una instalación eléctrica segura en casa
Un aspecto clave de la normativa de electricidad en vivienda es identificar los elementos eléctricos de la vivienda y la configuración óptima para que se puedan utilizar de una forma segura.
Estos son los principales requisitos que indica la norma:
Cuadros eléctricos
Deben situarse lo más cerca posible de la entrada de la derivación eléctrica principal, ligada directamente con el contador eléctrico.
Así pues, deben instalarse junto a la puerta de entrada de la vivienda y no podrán colocarse en dormitorios, baños, o aseos, que son zonas potencialmente peligrosas para la corriente eléctrica.
Para evitar riesgos, el cuadro eléctrico debe contar con:
- ICP: el Interruptor de Control de Potencia protege las líneas generales de distribución eléctrica.
- IGA: el Interruptor General Automático que permita su accionamiento manual y que este dotado de elementos de protección contra sobrecarga y cortocircuitos.
- IDG: el Interruptor Diferencial General destinado a la protección contra contactos indirectos de todos los circuitos.
- PIA: los Pequeños Interruptores Automáticos destinados a la protección contra sobrecargas y cortocircuitos de cada uno de los circuitos interiores de la vivienda o local protegen la instalación doméstica.
Líneas y derivaciones de la instalación
Deben contar con un interruptor automático de corte omnipolar para su protección.
Cableado de alimentación a los puntos de luz
Debe tener prevista la carga de los aparatos de iluminación, los elementos asociados, las corrientes armónicas en arranque y el desequilibrio de fases.
Canalizaciones y Conductores
La normativa de instalaciones eléctricas de baja tensión determina que 32 mm es el diámetro exterior mínimo que tendrán las canalizaciones de las derivaciones individuales.
Los conductores serán de cobre y deberán respetar este código de colores con el fin de que sean iguales en todas las viviendas:
- Verde y amarillo: protección (tierra)
- Azul claro: neutro
- Marrón, negro y gris: fases
Consecuencias de no cumplir con la normativa eléctrica en una vivienda
Las consecuencias de no cumplir todos los requisitos indicados en la normativa eléctrica para viviendas deben valorarse sobre todo desde dos puntos de vista:
- La seguridad: esta normativa está aprobada para garantizar la seguridad de elementos eléctricos en una vivienda. No cumplir con ella puede representar un grave riesgo de provocar un incendio, descargas eléctricas y otro tipo de accidentes.
- Las sanciones: no cumplir con la normativa eléctrica tiene vinculadas sanciones significativas de tipo económico (las infracciones leves conllevan sanciones hasta 60.000 euros en comunidades de vecinos), sobre el servicio (corte del suministro eléctrico) e incluso encarcelamiento.
Preguntas frecuentes sobre la normativa de electricidad en viviendas
¿Cómo sé si mi instalación eléctrica cumple con la normativa vigente?
Existe el certificado de instalación eléctrica o boletín eléctrico, que se exige en primer lugar para dar de alta el servicio en la mayoría de las Comunidades Autónomas.
Si te ha caducado o has hecho obras que afectan a la instalación eléctrica, puedes solicitar el servicio a un instalador electricista autorizado.
Este profesional hará una inspección de todo el sistema eléctrico y, si cumple con los requisitos de la normativa eléctrica en una vivienda, emitirá y aprobará el certificado o boletín. También se encargará de registrarlo en la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la comunidad autónoma correspondiente.
¿Qué tipo de inspecciones eléctricas son necesarias en una vivienda?
Las inspecciones eléctricas en España se identifican al detalle en la Instrucción Técnica Complementaria ITC-BT-05 del REBT, donde también se expone si éstas son iniciales o periódicas, y la periodicidad con que deben producirse debe ser cada 5 a 10 años, dependiendo de si precisaron de una inspección inicial o de si son instalaciones comunes de edificios de viviendas con una potencia superior a 100 kW.
En estas inspecciones, los elementos que son analizados son los siguientes:
- Instalación eléctrica general.
- Revisión de la puesta a tierra.
- Protección contra sobrecargas y cortocircuitos.
- Interruptores, enchufes y conexiones.
- Protección contra rayos.