Me llamo Irene, soy madrileña, treintañera y actualmente resido con mi pareja, que es londinense, en Wimbledon, ciudad al suroeste de Londres.
Para los extranjeros, Wimbledon es fundamentalmente la sede del mejor campeonato de tenis de hierba del mundo. Para los londinenses, es un buen sitio para vivir, sea para familias o para jóvenes profesionales como nosotros, ya que está rodeado de zonas verdes, tiene una buena calidad de vida y la vivienda es más asequible que en Londres, ciudad a la que sólo se tarda 15 minutos en llegar en tren (7 millas de distancia).
La historia de cómo hemos acabado viviendo en Wimbledon es la siguiente.
Yo soy licenciada en marketing digital y comunicación por el CEU. Cuando acabé la carrera, hace ya siete años, me fui a Manchester a cursar un máster de especialización y perfeccionar mi inglés. En el máster conocí a Joey, mi pareja, y como los dos encontramos buenos trabajos en Londres al acabar el máster, decidimos establecernos aquí.
Al principio, que nuestro salario era bastante más bajo que el actual (tanto Joey como yo ya hemos cambiado dos veces de compañía), alquilamos una de las plantas de una casa pequeñísima en un barrio del extrarradio. Con el tiempo, hemos podido mudarnos a Wimbledon, donde actualmente vivimos alquilados en una casa típicamente inglesa (de escaleras muy estrechas y empinadas, no aptas para que nos visiten nuestros padres…😊, y moqueta por todas partes).
Aunque estamos bien aquí, yo siempre he tenido claro que me tomaba mi etapa inglesa como algo temporal, hasta consolidarme profesionalmente, pero con el objetivo de volver a vivir en España, donde tengo a toda mi familia y amigos y se disfruta de una calidad de vida que es imposible en Inglaterra, fundamentalmente por la climatología y por la comida. Cuando se vive en España, no damos importancia a estos dos aspectos, pero cuando estás fuera, como yo, te das cuenta de hasta qué punto influyen en tu día a día y pueden impactar en tu estado de ánimo.
La cuestión es que ahora se nos dan laboralmente, las circunstancias para poder vivir en España sin tener que renunciar a nuestros puestos de trabajo, puesto que un 90% del tiempo trabajamos en remoto, con personas de diferentes países en los que operan nuestras empresas. Yo soy directora de marketing de la región de EMEA en una compañía de tarjetas de crédito y Joey es desarrollador de negocio en una empresa tecnológica que adapta videojuegos a distintas plataformas.
Mantener los salarios de Inglaterra con el coste de vida y la calidad de vida de España, sobre el papel, es un planteamiento indiscutible. Sin embargo, Joey no quería renunciar, ni por nosotros ni por nuestro perro, a vivir en una casa con jardín propio, ni tampoco a vivir rodeados de zonas verdes y muy cerca de un campo de golf, como vivimos ahora en Wimbledon.
Como buen inglés, la hierba y el golf, forman parte de su ADN, y yo asumí en septiembre, cuando estuvimos hablando en profundidad de este cambio de vida, que si era capaz de encontrar un lugar para vivir en España con estas características, tendría ganada la batalla de trasladarnos de país.
En estos últimos meses he estado investigando por internet la posibilidad de alquilar/comprar casa con jardín y cercana a un campo de golf en las principales ciudades españolas.
De no ser Madrid, ciudad en la que vive casi toda mi familia, lo que estaba claro es que necesitábamos una ciudad que estuviera conectada por AVE con Madrid y que también dispusiera de aeropuerto internacional para poder volar a Londres con facilidad.
Después de una investigación profunda, y de haber pasado algunos momentos de desaliento por la dificultad de encontrar alguna opción que cumpliera todos nuestros requisitos, estamos emocionados con el hallazgo de Hato Verde Soul en Sevilla.
Hemos decidido comprar, en vez de alquilar, porque nos hace mucha ilusión estrenar una casa moderna y además, financieramente, la operación tiene todo el sentido del mundo. Ahora pagamos un alquiler mensual de 2.100 libras que al cambio son 2.436 €, mientras que la cuota mensual de hipoteca que nuestro banco nos ha calculado para Hato Verde Soul ¡¡son 733 €!!.
Nos encantan las calidades, la luminosidad y la distribución de las casas de Hato Verde Soul. También nos parece importante que tenga calificación energética A, porque creemos que todos tenemos que aportar nuestro granito de arena a la lucha contra el calentamiento global.
Y lo que es más importante para Joey, no es que tengamos un campo de golf cerca, es que se caerá de la cama y ya estará en el campo de golf, por lo que incluso podrá jugar más de las dos veces por semana que actualmente juega.
Cuando fuimos en persona a Sevilla, a pasar un fin de semana de diciembre y comprobar sobre el terreno todo lo que yo ya había avanzado por internet, la realidad nos sorprendió incluso a mejor. Nos encantó lo consolidada y cuidada que está la urbanización de Hato Verde y rodeada de un entorno natural excepcional, como es la Sierra Norte de Sevilla.
No tuvimos ninguna duda y reservamos una casa en Hato Verde Soul que nos entregarán en 2025. Joey, después de jugarlo, también se vino enamorado del campo de 18 hoyos, encantado con sus precios y convencido de que ahora, teniéndolo tan cerca, también yo me convertiré en jugadora y podré sentir en carne propia ese gusanillo de los golfistas.
Como él dice, el golf exige lo mejor de ti mismo, física y psicológicamente. Puedes pasar del cielo al infierno, y viceversa, en un abrir de ojos, pero lo que tienes garantizado es pasar unas horas concentrado en el campo y en ti mismo, desconectando de todo lo demás.
Por mi parte, y sin que Wimbledon sea el infierno, ni mucho menos, cuento los días para decir “¡¡adiós Wimbledon, bienvenido Hato Verde!!”.
